Al principio todo parece estar claro, te sientes el mejor
del mundo, sientes esas ganas por eso que te apasiona y hoy no es la excepción,
tú juegas un roll importante en la vida del mundo entero, por más pequeño o
grande que parezcas, eres de igual importancia en este instante y lo serás
después del texto.
La vida no pasa de largo, el mundo también es vida…
Cada cosa que hagamos será beneficiada en tu mismo presente,
he de decir que el presente lo eliges tu, y que en cada fracción de segundo hay
cientos de instantes, cada instante te
llevara a creara algún momento,
dependerá de ti el uso que desees darle.
Todo es tan relativo, tan subjetivo u ambiguo según lo
quieras ver.
El presente ensayo consta de puntos clave en cuanto a naturaleza, hombre, construcción, dinero, trabajo, vida entre otros. Puntos que abordaran una serie de criterios perspectivos según sea el caso.
Día a día, el hombre ha luchado de forma inconsciente sobre
la naturaleza, lo ha hecho mediante sus “obras
reales”; edificios, viviendas, rutas y caprichos han sido los principales
exponentes de esta insaciable lucha… pero ¿Dónde queda el equilibrio sobre la naturaleza
y construcción?
Parece que fue ayer cuando la estructura de concreto se veía inmerso entre la gran masa verde, misma que sin apartarse de su lado, congeniaba, armonizaba, eran uno mismo.
¿Dónde ha quedado la “unión
del todo”?, ¿Cuándo se rompió el equilibrio naturaleza construcción?, o
acaso es que ¿hemos separado, asilado, la parte natural que siempre ha estado
con nosotros?...
El desequilibrio de las masas sociales a puesto en duda el equilibrio sobre “naturaleza – construcción”, le ha dado una inclinación superior a la obra humana y se está olvidando de la parte natural, sin embargo, cierto filósofo dicto una vez, “a toda acción corresponde una reacción”, por Newton. La obviedad de la misma podría aplicarse a ejemplos básicos, si lanzamos una pelota al aire esta descenderá después de alcanzar su máxima altura, si arrojamos una piedra al lago, será perturbado creando un par de ondas en su manto.
Digamos que, en la naturaleza ocurre algo similar, véase como una hipótesis, en el caso de la pelota, al subir, bajara, así de simple… en cuanto al lago sucede algo distinto ya que después de un rato este volverá a estar en calma tal y como en un principio se encontraba, en dado caso de dudas, te lo explico, “todo trata de estar como estaba”, ahora bien, si acabamos con la naturaleza al ritmo desmesurado que llevamos, algún día, por atroz que suene, esta pérdida de recursos, ese agotamiento ambiental “deberá estar como estaba”, como aquel lago en calma, que no te extrañe que la lluvia de aquella hermosa tarde de verano, se convierta en esa tormenta feroz de invierno, ¿sorprendente no?. Pues bien, esto es posible, el constante equilibrio de flujos naturales que hace algunos años estaba en orden, ha dejado de funcionar, las pequeñas, las grandes lluvias de sus respectivas estaciones, son parte fundamental de manto terrestre para alimentar la parte natural de este sistema, misma parte que hoy por hoy es insatisfecha por la explotación de recursos que el hombre ha dictado por iniciativa propia, sin preguntarse un segundo, ¿Qué está pasando?... pero como antes mencionaba “todo debe de estar como estaba”, la naturaleza busca satisfacer esos huecos que hemos dejado; esas lluvias, sismos, tormentas, deslices de tierra, esos “desastres naturales” no son si no la prueba de que todo debiese estar como era, en equilibrio.
Analízalo.
El capricho del hombre enfoca de manera constante la llegada
de la esclavitud humana, siempre con métodos más sigilosos, siendo más certero
segundo a segundo, atentando subconscientemente el pensar natural del ser, su
ideología, su pertenencia en este mundo y llenando de no sé cuantas cosas su
manera de ver, de vivir, incluso de sentir. Ahora bien, la necesidad dentro de la
denominada época moderna, si bien, encontramos útil a las miles de cosas
“necesarias”, esto pasa directa y subjetivamente ser “innecesario”, solo
que no lo saben o más bien, no lo quieren
saber.
Bien, ¿A que nos referimos con necesario?, adjuntemos dos
propuestas, algo que falta y algo obligatorio para un fin, hay personas que
confunden la necesidad con el capricho, si bien es cierto que algo nos falta,
¿por que “necesariamente” tiene que ser en la mayoría de los casos eso que ha
capturado su atención?, aquella revista que te cuenta el vaivén de tu artista
favorito, aquel novedoso teléfono celular, aquel llamativo auto, aquel avance
tecnológico, aquella vista afrodisiaca de las Islas Bermudas.
¿Por qué?.
¿Será acaso el capricho la nueva forma de necesitar lo
innecesario?. Probablemente suene duro aceptarlo, pero bajo el sistema del
poderío social donde reina el dinero y los gozos, nuestro paso por la tierra
pasa a ser innecesario si no cuentas con eso… el rico suele más rico, mientras
que el pobre pasa a ser nada.
Por extrovertido que esto suene, es una realidad, misma que
a seguir con este sistema será menos tomada en cuenta, casi imperceptible. La
opresión se moderniza bajo la sollozante noche del sistema.
El hecho de creer necesitar algo y no poseerlo, te hace un
rufián expulsado de la sociedad, hace que te veas a ti mismo y te sientas lo
mas mediocremente posible, limitando tu paz, limitando tu pensar, obstruyendo
tu vivir, el beneficio para el “sistema”, es de forma inversa a lo que uno
cree, si al fin obtienes eso que “tanto
necesitabas” seguirás limitando esa parte de ser tu, te olvidaras de nuevo de
pensar, obstruirá de nuevo tu vivir por haber alcanzado el “triunfo” que tanto
anhelabas. Pero, el sistema se ve beneficiado de ello, entre menos atención
pongas a la situación, mas fructuoso será bolsillo de aquel pez gordo.
Curiosamente el sistema fue creado desde un inicio para encontrar una equidad,
controlar el sistema permitiría a todos, vivir en las mismas condiciones, pero
el sistema se ha apoderado de todo, se ha salido de control en lugar de
manejarlo, te maneja.
Las cosas que poseemos terminan por poseernos.
Somos títeres de la industria moderna, somos esclavos de la
nueva globalización.
Nacemos para vivir, por eso el capital más importante que
tenemos es el tiempo, cosa que hoy no tenemos…
Trabajar, esa palabra
dura de semblante firme, es la que se encarga consumir ese tiempo que a pesar
de ser el mayor recurso que ha tenido el hombre, lo acaba por completo, en el
mismo sentido si haces de vivir un trabajo, este te será lo más emocionante del
mundo, lo vivirás completamente y lo disfrutaras a cada instante, pero ¡oh
sorpresa!, de nuevo nuestro sistema nos la pone difícil, el hecho de que aquel
niño desde pequeño quiso ser astronauta, ¿te has preguntado por qué lo
quiso?... o tal vez a mediana edad intento ser una estrella de rock… hemos sido
manipulados desde un principio y ¡tu ni cuenta te has dado!.
Curiosamente si hubieses nacido en la India, tendrías cierta
inclinación al budismo, por la parte Greco-Romana al Cristianismo, esta es la base del sistema,
base simple pero firme.
Todo esto, por el nuevo dios, aunque de nuevo no tiene
mucho. El dinero ha sido el más bárbaro
impulsor para el infortunio
humano, junto con este el denominado gobierno que es el más allegado ha dicho
dios.
Se crearon barreras, fronteras, rejas para protegerlo, se
independizo la cuidad, creció y le importo un comino lo que arrastrase a su
paso, se comió los ríos, los bosques, las personas, la vida.
Expropiación, sutil termino para referirse a la desposesión
de algo a su propietario por motivos de “utilidad pública”, sin embargo la gran
mayoría de estos fatales sucesos son para hacer más grande al dios, para llegar
a la cima. Luego al mismo paso entra lo
irónico, al crecer, mas nos hundimos.
El impacto no es directamente visible, la cuidad a simple
vista prospera a cuan mas movimiento exista en ella pero se olvida de lo
humano, de lo natural, de este mundo.
Tan solo somos el espectador de la vida, vemos, reaccionamos
sí, pero no actuamos, el teatro es tan bien ejecutado que te deja boquiabierto,
lo notas solamente al bajar el telón, cuando ya es muy tarde, puesto que la
obra ha terminado.
El hombre moderno se ha resignado a esta vida porque cree
que no puede haber otra, estamos tan sumisos a la orden del nuevo dios que se
piensa que entre más dinero poseen más felices serán, olvidando que entre más
creas eso seguirás alejándote de forma constante de la felicidad.
Las relaciones que el supuesto dios ha creado ya no son
humanas si no mercantiles, hemos despojado las actividades recreativas,
sociales y, en el “mejor” de los casos dichas actividades son para apoyarlas a
lo mismo.
Los grandes proyectos están siempre a merced de los grandes
inversionistas, lucrando a toda costa los recursos que te inflan de valor
económico, mientras tanto aquellos que pretenden cuidar o hacer el bien, esos
que son necesarios para contribuir de alguna forma a algo, son posiblemente un
factor riesgo para la estancia mercantil, para el desarrollo prospero del dios,
por ello, no se ven.
En pocas palabras la intervención del ser humano a dejado
una huella indescriptible dentro del mundo que pisamos, las reacciones intervienen
de manera simultánea generando casi siempre un fracaso, la indiscutible forma
de pensar del hombre moderno ha dejado que pasemos de largo por lo que ya
estaba, lo que no es nuestro. Tomamos el mundo, lo volteamos, le escupimos
constantemente, nos mofamos de él y, por
si fuera poco olvidamos que allí vivimos.
Indudablemente es poca la reposición que brindamos al
planeta, es grande el ego del mismo humano para colocarse en la cima de la montaña.
Sin duda acabaremos poco a poco, paso a paso con lo que nos fue concebido. Consecuentemente
ponemos mayor atención al ruido que generan el urbanismo excesivo, al mismo
gobierno y su gordo dinero, el trabajo y la oficina, al confort, las noticias y
el café.
Es fácil de ver ese par de homicidas y suicidas, una bomba
hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba hay millones de caricias
que alimentan la vida (Facundo Cabral).
El éxito radica en darte cuenta de lo que ignoras.
Flores Rosales Irving Samael.